El Divorcio durante el Covid-19
El confinamiento domiciliario es una medida preventiva para evitar la propagación de contagios por Covid-19, pero lo que nunca nos imaginamos es que una de sus consecuencias sería la separación definitiva de un número considerable de matrimonios.
Estar tanto tiempo en casa género entre las parejas inseguridad y temores, que combinados se convirtieron en una mala comunicación entre ellos, si la ausencia hace que el corazón se vuelva más cariñoso, sucede lo contrario si pasamos mucho tiempo juntos en lugares cerrados.
Aunado a esto el poder convivir durante tanto tiempo estando en casa hizo que muchas parejas conocieran totalmente a la persona con la que estaban y así darse cuenta de los defectos o virtudes con los que pudieran contar. Cabe mencionar que los principales motivos por los que las parejas se divorcian son infidelidades, crisis económicas, alcoholismo, drogadicción, abandono del hogar y violencia familiar.
Aunque las ideas de separación pudieron aparecer antes de la problemática sanitaria por la que atravesamos lo que está muy claro es que la cuarentena fue el detonante que muchas parejas necesitaban para tomar la decisión final. En muchas de estas separaciones existen familias conformadas por padres e hijos que se enfrentarán a retos importantes para su vida a partir de esta separación.
La dinámica familiar se vio afectada también por esta contingencia sanitaria, el hecho de que alguno de las dos padres se haya quedado desempleado, sin generar ningún ingreso para el hogar y que el otro esté en casa haciendo home office y tener videoconferencias a través de distintas plataformas durante todo el día y todavía el no estar preparados para convertirse en maestros de sus hijos, perjudicó más la situación en el hogar.
Psicólogos refieren que entre los conflictos más habituales en esta cuarentena afloran peleas del pasado, reproches no resueltos, engaños y mentiras que fueron soportados durante mucho tiempo y que salieron a relucir por el confinamiento.
Detrás de la gran mayoría de estos divorcios hay niños y niñas que sufren, y la manera en la que se les comunicará su nueva realidad será algo que los marcará de por vida, esto de preferencia debe ser anunciado por ambos padres y explicarles de manera clara y sencilla lo que va a suceder.
Evitar culpar a alguien, comentarles que no es vergonzoso, que pueden platicarlo con sus amigos, ser afectuosos y nunca pronunciar frases: a lo mejor, con el tiempo, mamá y papá vuelven a estar juntos, esto hará que la situación sea más sana y aceptable para ellos.
En todas las situaciones, con o sin hijos, con o sin bienes adquiridos durante el matrimonio, un divorcio debería de ser una decisión analizada con detenimiento, pensando en sus consecuencias y en los beneficios que puede traer a las personas involucradas en la relación o en la familia que se verá en esta nueva etapa personal y no una decisión tomada por un impulso o desesperación.